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Peñafiel, esencia de Castilla

Desde joven siempre me impresionaron las fotos del Castillo de Peñafiel (Valladolid) que observaba en el libro de Fernando Díaz-Plaja, ya citado en otros post y titulado Castillos de España y sus fantasmas, donde se presentaba ante mis ojos una fortaleza en forma de barco, dominada por una monumental Torre del Homenaje, que parece navegar por los anchos y áureos mares castellanos.

Declarado Monumento Nacional el 1 de junio de 1917, la GEOGRAFÍA del castillo nos habla de un enclave situado entre los valles del Duratón y el Botijas en su confluencia con el Duero, en un paso natural y vital en este territorio interior. La fortaleza se alza sobre una estrecha y larga loma, adaptándose en sentido norte-sur al cerro sobre el que se asienta, con 210 m de largo y 33 de ancho para dominar tierras y señoríos.

En cuanto a su HISTORIA, el lugar que ocupa el castillo ya tuvo precedentes castrenses, existiendo una fortaleza desde el siglo X; hay constancia documental de su existencia en 943, cuando estos territorios eran gobernados por el rey de León Ramiro II. En 983 se apoderó de ella Almanzor, hasta que en 1013 fue tomada por el conde castellano Sancho García, señor de la guerra al que se debe el cambio del primitivo nombre de Peña Falcón por el de Peñafiel -en latín Penna Fidele-, cuando el cristiano toma a los árabes la fortaleza y pronuncia su conocida frase: «desde hoy en adelante esta será la peña más fiel de Castilla».

Los avatares históricos de nuestro país siempre estuvieron presentes en Peñafiel. Así, las desavenencias matrimoniales entre Urraca I de León y Alfonso I el Batallador dieron lugar a que este se viera sitiado en el castillo de Peñafiel en 1112 por las tropas de su esposa y, en otra ocasión, por las de su suegro Alfonso VI. Fernando III el Santo instituyó el señorío de Peñafiel para su hijo Alfonso X el Sabio, el cual lo transfirió a su sobrino, y nieto del rey santo, el infante Juan Manuel, ocupándose este último de la reedificación en 1307 del castillo, aunque el aspecto actual obedece a reformas del siglo XV tras los daños sufridos por la fortaleza a causa de la revuelta contra el rey Juan II de 1451.

Respecto a su ARQUITECTURA, el trazado en planta posee forma muy estrecha y alargada, estando el conjunto defendido por una primera muralla exterior de lienzos lisos que puede datar del siglo XI -siendo, por tanto, la parte más antigua de la construcción- y con un acceso único en el lado oriental. Una segunda formación de murallas delimita el recinto interior, en este caso compuesta de 28 cubos almenados.

En el centro de este conjunto castrense se levanta, armoniosa y poderosa, la Torre del Homenaje, un prisma rectangular de unos 34 m de altura que alberga tres plantas abovedadas. El resto del castillo queda dividido por esta torre en dos zonas -cuyas primitivas cubiertas se perdieron-, las cuales sirvieron de alojamiento para las tropas y acogerían los almacenes y áreas de servicio. En el ala sur se encuentra el famoso Museo Provincial del Vino, inaugurado en 1999.

Por último, contemplar el PAISAJE conformado por este castillo y la villa de Peñafiel es una experiencia patrimonial de primer orden, con todo un galeón fortificado dominando la empequeñecida localidad, controlando los valles y parajes del entorno, con una silueta única e inconfundible. Aquí se palpa la Historia de España. Aquí se siente Castilla.

Castillo de Peñafiel. Fotografía de TURISMO PEÑAFIEL

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