A mi ciudad de Málaga
Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas,
intermedia en los aires, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria,
antes de hundirte para siempre en las olas amantes.
Vicente Aleixandre, Sombra del paraíso, 1944
A principios del siglo XX, y en el contexto de los inicios del turismo moderno en Andalucía, surgen imágenes promocionales que publicitan el benigno invierno de la ciudad de Málaga y la costa mediterránea andaluza. Siguiendo la estela del lema literario Málaga, Ciudad del Paraíso, el pintor Ricardo Verdugo Landi (Málaga, 1870 – Madrid, 1930), del que hablaremos largo y tendido en otro post, crea en 1929 un icónico e histórico cartel: Visitez l’Espagne. Málaga incomparable station d’hiver.
Ese año fue el de la celebración de la Exposición Iberoamericana de Sevilla y también cuando el Patronato Nacional de Turismo realizó una película promocional sobre paisajes andaluces, llamada Un viaje en ferrocarril por Andalucía, en la que se muestra, por ejemplo, la belleza recóndita de la Garganta del Chorro, famoso paisaje agreste de la provincia malagueña. La capital no será ajena a este boom del turismo de la década de los Felices 20 del pasado siglo; su cartelera promocionará la benignidad del clima, la belleza monumental de la ciudad y el intenso azul del Mediterráneo.
En la imagen del citado cartel, Málaga seduce por sus colores templados y su exótica vegetación, que hablan de la dulzura de su invierno, un paisaje urbano monumental que remite a la rica historia de la urbe, todo ello presidido por un azul Mediterráneo cuyo fresco color contrasta notablemente con la calidez de la ciudad. Desde Gibralfaro, la imagen retrata el faro del puerto, el blanco caserío, la torre de la catedral y los rojizos muros de la fortaleza árabe, elementos que se distribuyen en un plano diagonal de gran dinamismo entre el mar y un primerísimo plano poblado de especies vegetales asociadas a Andalucía, como la chumbera y el geranio; no podía faltar el jazmín, cuya flor conforma la famosa biznaga malagueña, y los racimos de uvas, símbolo de los vinos y pasas de la tierra.
Ricardo Verdugo Landi, Visitez l’Espagne. Málaga incomparable station d’hiver, 1929