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La Inmaculada en la exposición «Montañés, maestro de maestros», Museo de Bellas Artes de Sevilla

Ya comentamos en una entrada del Blog la estructura discursiva de la exposición que hasta el 15 de marzo podemos disfrutar en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y que tiene como título «Montañés, maestro de maestros» (la visitaremos el próximo miércoles 11 de diciembre a las 18:30h). La tercera sección de la muestra se dedica a las aportaciones iconográficas de este gran escultor de Alcalá la Real, estando la sala número 9 dedicada a distintas obras montañesinas de la Inmaculada Concepción de María, dogma que se proclama por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854 -bula Ineffabilis Deus– pero que hunde su raíz en siglos anteriores.

La creencia de que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción -no debe confundirse con la virginidad de María- fue defendida con pasión por franciscanos y jesuitas, por el pueblo y la monarquía española, y por numerosos prohombres que juraron defender la Inmaculada ante aquellos que la cuestionaban como, por ejemplo, fray Domingo de Molina. Este dominico del convento de Regina Angelorum predicó contra esta creencia en septiembre de 1613, lo que provocó una masiva respuesta del pueblo sevillano que cristalizó en la gran procesión acontecida el 29 de junio de 1615 a favor de la Inmaculada. En este contexto hay que citar el papel del poeta Miguel Cid, el músico Bernardo de Toro y el canónigo Mateo Vázquez de Leca, los tres inmortalizados junto a la Virgen en distintas obras del pintor y tratadista Francisco Pacheco, este último impulsor de la iconografía de la Inmaculada. En la exposición podemos ver precisamente una obra del suegro de Velázquez, concretamente «Inmaculada con Mateo Vázquez de Leca», realizada en 1621.

Siguiendo en gran medida las directrices iconográficas planteadas por Pacheco, Juan Martínez Montañés crea en la escultura el modelo definitivo de la Inmaculada (veremos las claves estilísticas e iconográficas en nuestra visita), un modelo que podemos ver reflejado en las siguientes obras de la exposición:

  • Juan Martínez Montañés (1568-1649), Inmaculada Concepción, 1606-1608. Madera tallada, estofada y policromada (155 cm). Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de El Pedroso (Sevilla). NOTA: formará parte de la exposición en los próximos días, ya que ahora se encuentra presidiendo las fiestas patronales de esta localidad sevillana de la Sierra Norte.
  • Juan Martínez Montañés, Inmaculada Concepción, hacia 1620. Madera tallada, estofada y policromada (172 cm). Iglesia parroquial de San Andrés, Sevilla.
  • Juan Martínez Montañés, Inmaculada Concepción, hacia 1621-1625. Madera tallada, estofada y policromada (168 cm). Convento de Santa Clara, Arzobispado de Sevilla, expuesta normalmente en el Centro Velázquez de la Fundación Focus.
  • Juan Martínez Montañés, Inmaculada Concepción, hacia 1625. Madera tallada, estofada y policromada (141 cm). Iglesia parroquial de San Julián, Sevilla, procedente de la antigua iglesia de Santa Lucía.
  • Juan Martínez Montañés, Inmaculada Concepción, «La Cieguecita», 1629-1631. Madera tallada, estofada y policromada (164 cm). Catedral de Sevilla.

Hermosísimo rostro de «La Cieguecita» de Montañés. La podremos contemplar de cerca hasta el 15 de marzo en el Museo de Bellas Artes de Sevilla

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