Desde el 22 de enero estará disponible en librerías una nueva publicación de Almuzara, titulada Fuego sobre Igueriben, cuya autoría recae en David Gómez (Linares, 1975), primo hermano mío del cual me siento especialmente orgulloso hoy. Ingeniero e investigador apasionado por la historia africanista, las colonias españolas y los últimos años del Protectorado en Marruecos, el autor trata de reivindicar con esta novela el conocimiento de este periodo fundamental de nuestra Historia.
Los acontecimientos referidos nos sitúan geográficamente en el campamento de Igueriben, ubicado en una loma cerca de Annual -al nordeste de Marruecos- y formado por un contingente de más de 350 soldados españoles. Cronológicamente estamos en los prolegómenos del famoso Desastre de Annual, derrota sufrida por España entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921 a manos de los rifeños abanderados por Abd el Krim.
En cuanto a la novela de David Gómez, la narración gira en torno a Luis Codrán, corresponsal de La Crónica de España, que viaja en verano de 1921 a Melilla con la intención de ser el primer periodista en enviar a Madrid la crónica de la soñada conquista de la Bahía de Alhucemas y la supuesta derrota definitiva de la harka liderada por Abd el Krim. La realidad con la que se encontró fue muy otra: allí será testigo del terrible sitio al que fue sometido el campamento español de Igueriben, teniendo incluso que decidir si escribir sobre los sangrientos hechos o ser protagonista de los mismos, es decir, si hablar sobre la muerte o matar.
Sitiados por el enemigo, sin agua, sin víveres ni municiones, sin medicinas y con el terrible sol de aquel verano, los soldados españoles venden caras sus vidas frente a miles de rifeños que saben que Igueriben es la llave para expulsar a los españoles del Rif marroquí. Luis Codrán descubrirá en este campamento la miseria y la dignidad humana, la amistad, el honor, la muerte, la crueldad, en definitiva, la guerra.
En este contexto de horror, donde llegan a morir acribillados cerca de trescientos españoles, destaca el papel del comandante Benítez, que dará ánimos y fuerzas para continuar luchando hasta el final, no por España, no por el Rey, no por una bandera, sino por ellos, por cada uno de los trescientos soldados de Igueriben.
Por último, cabe destacar que David Gómez hace un guiño a su localidad natal al incluir un episodio novelado en la Estación de Linares-Baeza. Se trata del encuentro de nuestro protagonista con el teniente de la Legión Ochoa Olalla, natural de Linares y muerto en la batalla de Atlaten en 1921.